Hemos realizado una obra que ha permitido dar un cambio al concepto de restauración del hospital. La cafetería se ha convertido en un espacio informal y lleno de luz, con mesas altas, mobiliario desenfadado en tonos naturales, que aportan calidez y modernidad a la estancia.
Además hemos revolucionado la oferta, con una atrayente pantalla de contenidos y una cartelería que invita a disfrutar de un buen café, con un croissant recién hecho, o darse el capricho con un bocadillo gourmet caliente y crujiente a media mañana. Se combina la cocina tradicional de la zona, como el cocido de la Vega Baja, con platos innovadores, como la crema fría de melón con crujiente de serrano y aceite de albahaca.
Por otra parte, a la interacción directa de los camareros con el público se le suma la instalación de cajeros inteligentes en la barra y avisadores que se iluminan en el momento que el segundo plato esté listo.