El jengibre es una raíz de origen oriental, que se cultiva principalmente en China, aunque en la India también es un alimento habitual en miles de mesas y su uso se está extendiendo cada vez más en todo el mundo.
En la historia el jengibre se ha conocido por sus propiedades medicinales. Según un estudio publicado por el Journal of the Medical Association of Thailand, es un antiinflamatorio natural que ayuda a combatir enfermedades respiratorias, artrosis y problemas digestivos.
Por su sabor picante y aromático se debe consumir con moderación y acompañando otros alimentos. Gracias a que es muy rico en aceites esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos otorga muchos beneficios al cuerpo humano.
Entre otros beneficios, destacan los siguientes:
– Disminuye los dolores reumáticos y menstruales. Un baño con agua de jengibre ayude a disminuir los dolores musculares y articulaciones.
– Muy eficaz contra la gripe y los resfriados, ya que favorece la expectoración y tiene efectos favorables para el asma.
– Previene las enfermedades cardiovasculares al mejorar el flujo sanguíneo.
– Elimina el mareo y el vértigo.
– Facilita la digestión.
– Combate el envejecimiento prematuro.
– Es un antidepresivo natural y reduce los niveles de estrés.
– Disminuye las migrañas al bloquear los efectos de la prostaglandina.
– Previene el cáncer de colon y de ovario.
– Además, es un afrodisíaco natural, al estimular la libido.
El jengibre se recomienda en el tratamiento de cataratas, enfermedades del corazón, migrañas, accidentes cardiovasculares, depresión, infertilidad, cálculos renales, angina de pecho y pie de atleta, entre muchos otros casos.
La única contraindicación que genera su consumo es la elevación de la temperatura corporal, por lo que no se recomienda a pacientes con fiebre.
Se puede tomar en infusiones, zumos, ensaladas, guisos o postres, ya sea en polvo, fresco, seco o en jarabes. En la cocina oriental también se utiliza mucho como ingrediente de alimentos de panadería.
